Cuando tu nudo cuerpo cae sobre las sábanas
Mis deseos, se incendian, arden en fieras llamas
Salvaje, gimes , te contorsionas de deseos
La piel, los bellos y los pezones erizados
El dolor de mi carne sedienta se abalanza
Un hálito de bochorno, se inicia la danza
Sudor caliente, casi cáustico, resbala
Un sopor irresistible nos asalta y gana
En la sombra del deseo y de lo prohibido
Se convierte en eterno el gusto por el pecado
Algo se agita, se encabrita, y Saz explosiona
En el surco fértil y profundo de tu cuerpo
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