Esta madrugada, mientras paseaba por el prado, encontré las hierbas y las flores empapadas de rocío, serán las lágrimas del cielo que llora nuestra despedida, o serán nuestras lágrimas cuajadas de esperanza que aun se mantienen vivas. Al contemplar una gota recorrer el pétalo de una flor, he recordado como mis besos y caricias recorrían tu piel. Yo era esa gota y tú, esa hermosa flor.
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Gota
apagando con besos tus deseos
recogiendo la miel desde tus poros
para calmar deseos y locuras.
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