En el jardín de la vida
sembré pasiones y amores
regué lloros y sudores
podé las ramas y espinas.
En mi jardín ya crecieron
una delicada rosa,
y claveles de mi raza,
y lozanos florecieron.
La rosa me da su aroma,
sus espinas afiladas,
mis alegrías soñadas,
mis versos y mis salomas.
Dos los robustos claveles
Uno, florece de alquimias
regala vida y vendimias,
otro, de dignos vergeles.
Es con estas bellas flores
que prepare un bello ramo,
que acariciaran tus manos,
que te darán mis amores.
En estas flores te dejo:
una vida de ilusiones,
corazón hecho jirones,
mi alma unida a tu vencejo.
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