Gorrión que tan dulce cantas
en las ramas de las chillcas,
en las ramas del aliso,
te entrego todos mis versos
para que en tus melodías
le cantes a mi cholita.
Recuerdo de aquellos días
cuando juntos en las punas,
entre el viento y la nevada,
cuando el frío te agobiaba,
con mi poncho te abrigaba,
y en mi pecho tú anidabas.
Tu seguirás cantando
a mi dulce Quingahuina
mientras yo, vivo sufriendo.
Dale consuelo en tu canto
cántale mis dulces versos
Di, que la amo todavía
Porque olvidar yo no puedo
ni las punas, ni lagunas
ni la nieve y su frescura
ni las cuestas y laderas
He guardado en la memoria
los instantes muy felices
entre tu canto y mi verso
entre las chillcas y alisos
en las ramas de las chillcas,
en las ramas del aliso,
te entrego todos mis versos
para que en tus melodías
le cantes a mi cholita.
Recuerdo de aquellos días
cuando juntos en las punas,
entre el viento y la nevada,
cuando el frío te agobiaba,
con mi poncho te abrigaba,
y en mi pecho tú anidabas.
Tu seguirás cantando
a mi dulce Quingahuina
mientras yo, vivo sufriendo.
Dale consuelo en tu canto
cántale mis dulces versos
Di, que la amo todavía
Porque olvidar yo no puedo
ni las punas, ni lagunas
ni la nieve y su frescura
ni las cuestas y laderas
He guardado en la memoria
los instantes muy felices
entre tu canto y mi verso
entre las chillcas y alisos
en mis versos y tu canto.
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